Virginia Woolf y Vanessa Bell. Las hermanas Stephen. Grupo Bloomsbury.
De Virginia Woolf se ha escrito mucho, a veces más de su vida que de su obra. Sin embargo, de su hermana mayor, Nessa como la llamaba Virginia cariñosamente, se conoce menos, eclipsada por la propia fama de la escritora.
A lo largo de este año hemos devorado las novelas de Virginia y los cuadros de Vanessa, nos hemos enganchado de tal manera a las hermanas Stephen, que hemos ido simultaneando la lectura y contemplación de las obras de Virginia y de Vanessa, con la de los diarios autobiográficos de Virginia que transcurren desde el año 1925 hasta el año 1941, profundizar en sus vidas nos ha permitido conocer mejor sus obras. Movidos por la curiosidad nos pusimos manos a la obra y comenzamos a adentrarnos en la vida y obras de algunos de los miembros del famoso, un poco petulante y siempre actual grupo de Bloosbury.
Virginia y Vanessa provenían de una familia culta de clase media alta, que se guiaba por los rígidos valores victorianos, su padre Sir Leslie Stephen, fue un célebre crítico y ensayista, mientras que su madre Julia Prínceps Jackson provenía de una familia de tradición de editores, como anécdota la madre de Ginia y Nessa posó como modelo para varios pintores prerrafaelitas.
Las hermanas fueron criadas en un ambiente intelectual , y aunque no pudieron recibir una educación formal, puesto que a principios del siglo XX, el acceso a la universidad para las mujeres todavía estaba vetado, si que tuvieron acceso a la gran biblioteca que poseía su padre, Sir Leslie. Además, recibieron clases particulares y crecieron rodeadas de los intelectuales victorianos más eminentes de aquel momento, entre los asiduos y selectos visitantes a su casa se contaban, Henry James, su tía abuela la vibrante fotógrafa victoriana Julia Margaret Cameron, cuya sobrina Julia Jackson la madre de las chicas Stephen, fue su modelo favorita, apareciendo en más de cincuenta retratos.
Sir Leslie y Julia contrajeron matrimonio en segundas nupcias, ambos aportaban hijos al matrimonio, Sir Leslie contribuyó con una hija, Laura Makepeace Stephen; quien vivió con la familia hasta su ingreso en un hospital psiquiátrico donde permaneció recluida hasta su muerte mientras que Julia aportaba a la nueva familia tres hijos, George, Stella, Gerald. Fruto del matrimonio Stephen –Jackson nacieron cuatro hijos; Vanessa, Thoby, Virginia y Adrian .
La madre de Vanessa y Virginia, murió siendo ambas muy jóvenes, por lo que su hermanastra mayor Stella pasaría a hacerse cargo de la familia pero poco tiempo, puesto que ésta falleció dos años más tarde. La muerte de Stella supuso un duro golpe para las hermanas Sthepen, sin la protección de su hermana tanto Vanessa como Virginia sufrieron abusos sexuales por parte de su hermanastro George Duckworh.
Tras la muerte de Sir Leslie los cuatro hermanos, Thoby, Vanessa, Virginia y Adrian, vendieron la casa de sus padres y se trasladaron a Bloomsbury con el consabido escandalo que supuso para la cerrada moral victoriana que dos chicas se fueran a vivir con sus hermanos de manera independiente, de hecho Virginia refleja en sus diarios el enfado del escritor Henry James, íntimo amigo de su padre, a quién le parecía inaceptable la vida poco convencional que las hermanas habían elegido.
El adorado hermano de las chicas, Thoby , convirtió Bloomsbury en el centro de reunión de sus antiguos compañeros de Cambridge. La mayoría de ellos, pasarían a la historia sin proponérselo, entre ellos se hallaban el escritor E. M. Forster, el economista J. M. Keynes, el filosofo y matemático Bertrand Russell, el crítico de arte Clive Bell más tarde se unirían al grupo de amigos los pintores Lytton Strachey, Duncan Grant. Las hermanas Stephen conocieron a sus futuros maridos en el núcleo de amigos de su hermano. Vanessa se caso con Clive Bell y Virginia con Leonard Woolf.
Tanto Nessa como Ginia, trabajaron para conseguir su independencia económica, escandalizando a la puritana sociedad que había heredado los férreos valores victorianos. Ambas hermanas desafiaron a las convenciones sociales y morales de su época, resultando incluso transgresoras para el momento actual en el que nos encontramos
Ambas tan diferentes.. Vanessa, la mayor fue las más independiente de las dos, y desde nuestro punto de vista la más rompedora. Virginia la hermana pequeña, siempre mantuvo una vínculo de dependencia con su hermana. Nessa se casó con el pintor y crítico de arte Clive Bell, con el que tuvo dos hijos, el mayor Julian, perdió la vida en la guerra civil española más concretamente en 1937, en la trágica batalla de Brunete ,debido al alcance de una bomba mientras conducía una ambulancia del bando republicano. Vanessa nunca se recuperó de la perdida de su hijo. Su hermano menor el historiador y biógrafo autorizado de su tía Virgina, Quentin Bell, le puso a su hijo mayor Julian, en honor a su hermano.
Vanessa y Clive mantuvieron una relación abierta y aunque dejaron de convivir en pareja mantuvieron la amistad a lo largo de su vida. Vanessa se enamoró del joven pintor homosexual, Duncan Grant perteneciente a su grupo de amigos. Nessa profundamente enamorada de Duncan, convivió por un tiempo con él y el amante bisexual de éste, David Garnett. Vanessa y Duncan tuvieron una hija en común, Angelica a la que Clive Bell crió como si fuera su propia hija junto con Julian y Quentin. Curiosamente, más tarde Angelica se casaría con Garnet el que había sido amante de su padre, Duncan.
Vanessa y Ducan permanecieron juntos durante toda su vida, ambos se sentían a gusto creando en compañía del otro y desarrollando proyectos comunes, de hecho ambos trabajaban por encargo para el taller omega Workshop creado por el crítico de arte Roger Fry, con la idea de que sus amigos artistas tuvieran la oportunidad de recibir ingresos adicionales con en el diseño de muebles, textiles y otros accesorios para el hogar.
Mientras, Virginia se casó con otro de los amigos de Cambridge de su querido hermano Thoby, Leonard Woolf.
Leonard, fue el tercero de diez hijos de un reputado abogado inglés de ascendencia judía. Estudió en Cambridge y fue miembro del selecto club conocido como los apóstoles. Tras graduarse, entro a formar parte del cuerpo británico de funcionarios en Ceilán, corría el año 1911 cuando habiendo regresado a Inglaterra en un descanso conoció a Virginia, de la que nunca más se separaría hasta la muerte de la escritora.
Militante en el partido laborista, en 1916 publica el tratado “International Goverment”, de capital importancia en la creación de la Sociedad de Naciones.
Virginia Woolf retrata a Leonard en sus diarios como un hombre comprensivo, paciente, pendiente de su salud y siempre alerta respecto a cualquier nuevo indicio que pudiera indicar que se avecinaba una nueva depresión para ella , fueron precisamente los episodios de depresión que sufría la escritora lo que llevó a Leonard, a comprar una pequeña máquina de impresión manual para entretener la mente inquieta de ésta. Aquella máquina supondría el inicio de la célebre editorial Hogarth Press .
La escritora, a través de sus diarios personales nos muestra, no solo la dureza que supone el proceso creador, sino el costoso proceso que suponía editar a principios del siglo pasado cuando el trabajo de impresión era todavía, bastante artesanal. Virginia nos abre las puertas de su casa para enseñarnos el día a día del arduo trabajo editorial que desarrollaba hombro con hombro junto a Leonard. La Hogarth Press publicó parte de las obras más importantes del siglo XX, además de las obras de la propia Virginia Woolf, también publicó las de amigos como: T. S. Eliot, Katherine Mansfield y E. M. Forster. Las portadas solían estar diseñados deliciosamente por su hermana Nessa.
De los diarios íntimos de Virginia, se deduce el amor que existía entre ambos a pesar de la falta de sexo. Leonard y Virginia se admiraron y respetaron formando una pareja unida, cómplice y abierta. Leonard fue conocedor del amor que sintió Virginia por la escritora y aristócrata Vita Sackville en un periodo de sus vidas, sin mostrar oposición al respecto.
Sus diarios nos describen a una Virginia insegura hasta el extremo, que sufría con las opiniones de los demás, esa inseguridad se acentuaba más si cabe, cada vez que publicaba una nueva obra. Virginia era a la vez una mujer perspicaz y alegre, poseía una lengua mordaz y en ocasiones se podía mostrar competitiva e incluso cruel. Honesta hasta la médula, odiaba tener que reseñar las obras de sus amigos. Se han dicho muchas cosas de ella pero yo me voy a quedar con la visión que tenía de si misma. Virginia se consideraba una “Outsider” que vivía al margen de las convenciones de su tiempo.
Virginia Woolf redacta los diarios de manera sublime, poseen una rica prosa y nos revelan una gran cantidad de matices de su personalidad. Constituyen un fiel reflejo de los sentimientos y los demonios del artista cuando se haya inmerso en el proceso creador. También nos desvela sus gustos literarios, admiraba y respetaba a la escritora new zelandesa, Kate Mansfield con la que a veces también se comparaba sintiéndose rival. Le aburrió el Ulises de Joyce, sin embargo disfrutaba leyendo a Proust, también le gustaba la literatura que hacía el querido amigo de su padre, Henry James. Los gustos literarios de Virginia así como sus influencias darían para otro artículo.
En realidad la vida que eligieron tanto Nessa como Ginia, cien años atrás no dista tanto de la vida que llevaría cualquier mujer de nuestro tiempo por eso resultan tan cercanas y actuales. Ambas, consiguieron independencia económica y sentimental siendo capaces de salirse de la férrea moral victoriana imperante aún en su época. Seguramente seguirían resultando poco convencionales en este momento en que prima lo “políticamente correcto”.
A veces me choca un poco el morbo que despierta la relación sentimental que mantuvieron Virginia y la aristócrata Vita Sackville, si, se amaron pero realmente su compañero leal fue Leonard, buena prueba de ello fue la carta que le dejó Virginia, antes de sumergirse en las aguas del río Ouse, a la edad de 59 años;
“ Querido,
Quiero que sepas que me has dado felicidad absoluta. Nadie podría haber hecho más de lo que tú has hecho. Por favor, créelo.
Pero sé que nunca me voy a recuperar de esto: y estoy desperdiciando tu vida. Es una locura. Nada de lo que nadie me pueda decir me va a persuadir. Puedes trabajar, estarás mucho mejor sin mí. Ya ves que ni siquiera soy capaz de escribir esto, lo que demuestra que tengo razón. Todo lo que quiero decir es que hasta que esta enfermedad apareció, éramos perfectamente felices. Todo fue gracias a ti. Nadie podría haber sido tan bueno como has sido tú, desde el primer día hasta ahora. Todo el mundo sabe eso.
V.»
Si Virginia Woolf cambió la forma de escribir novela, introduciendo la lírica como forma de expresión y narrándonos desde su interior, mostrando con una honestidad sutil sus pensamientos, Vanessa no fue menos, introdujo el impresionismo francés en Inglaterra y le dio relevancia a la figura de la mujer en sus obras, quienes consideraba maltratadas por el arte. Según el crítico de arte Ian A. C. Dejardin, «Ningún artista británico de la generación de Bell comprendió tan instintivamente y reflejó los nuevos desarrollos artísticos radicales que se estaban desarrollando en París. Su vibrante abrazo de color, la brutalidad de sus pinceladas, como si cortase el lienzo con el pincel, y su audaz rechazo de las nociones tradicionales de lo bello son verdaderamente valientes y pueden asombrar aún hoy»
Lo que no admite genero de duda es que tanto Vanessa como Virginia, vivieron su vida al margen de las convenciones sociales, consiguiendo una voz propia dentro de un mundo dominado por hombres, construido por y para ellos. Ambas han supuesto un potente referente para las generaciones de artistas posteriores y lo seguirán siendo para las venideras, porque sus obras son imperecederas.
Artículo de Carmen Rodriguez @MariaCarmenRo10
Imprescindibles;
Virginia Woolf .
- Fin de viaje (1915).
- Noche y día (1919).
- El cuarto de Jacob (1922).
- La señora Dalloway (1925).
- Al faro (1927).
- Orlando (1928).
- Una habitación propia (1929).
- Las Olas (1931).
- Los años (1937).
- Entre actos (1941).
Vanessa Bell:
Retratos:
Virginia Woolf (1912).
Vanessa Bell, autorretrato(1915).
David Garnett (1916).
Obras:
La bañera(1918).
Interior de dos mujeres (1932).
FUENTES:
El DIARIO DE VIRGINIA WOOLF VOL. I (1915-1919). Virginia Woolf. Edición de Anne Olivier Bell. ed. Tres Hermanass DIARIOS 1925-1930 VIRGINIA. Edición de Anne Olivier Bell. SIRUELA EDICIONES. VIRGINIA WOOLF: LA VIDA POR ESCRITO. Irene Chikiar Bauer. ed Taurus. VIRGINIA WOOLF, VIDA DE UNA ESCRITORAdel autor LYNDALL GORDON. Gatopardo ediciones THE SELECTED LETTERS Of Vanessa Bell, by Vanessa Bell,Regina Mahler. Edit, Ohter editions. 600 LIBROS DESDE QUE TE CONOCÍ, Virginia Woolf Lytton Strachey. Edit. PENSAMIENTOS. DULWICH PICTURE GALLERY, Londrés.Vanessa Bell. 1879-1961.
Otras entradas que te pueden interesar
Freddie Mercury, Mary Austin, Patti Smith y Robert Mapplethorpe, parejas a “su manera”.
Uno de los siete problemas matemáticos del milenio o del millón de dólares podría ser resuelto
https://www.profesor10demates.com/2018/09/sirmichaelatiyah-hipotesisderiemman.html
Girolamo Cardano, el matemático pendenciero, jugador, audaz y unas cuantas cosas más….
https://www.profesor10demates.com/2018/09/girolamo-cardano-matematico-pendenciero-jugador-audaz.html
2 comentarios